La clorhexidina es un antiséptico catiónico que se usa para un control químico de la placa bacteriana. Desarrollado durante los años 40 por Imperial Chemical Industries como un antiséptico tópico, en los 70.
Löe y Schiott dieron a conocer sus propiedades anti-placa bacteriana y anti-gingivitis. Hoy en día, es el principal agente contra éstas y con que se miden todos los otros.
La condición catiónica de la clorhexidina explica su eficacia de amplio espectro frente a bacterias gram-positivas, gram-negativas, virus y hongos, amarrándolas a la pared de células cargadas negativamente. La unión de la clorhexidina en el microorganismo desestabiliza la pared celular, causándole pérdidas y, por lo tanto, la muerte microorganismo.
Clorhexidina Modo de acción
La clorhexidina cargada positivamente también es capaz de unirse a la hidroxiapatita del esmalte dental, a la película salivar adquirida, y a algunas proteínas salivales de carga negativa.
La clorhexidina absorbida en la cavidad oral se libera progresivamente, extendiendo su actividad anti-microbiana de 8 a 12 horas, contribuyendo significativamente a su elevada sustantividad (actividad prolongada).
Sin embargo, este interesante amplio espectro y estas extendidas propiedades anti-sépticas que resultan de la estructura química de la clorhexidina, tienen su contrapartida: la tinción extrínseca de los dientes. Se cree que ésta es causada por la precipitación exterior de cromógenos dietéticos. La decoloración extrínseca puede variar de rayas blancas a tintes amarillos o manchas marrones, pero estas manchas pueden retirarse con una técnica profiláctica profesional.
Además de la dieta consumida, la concentración de clorhexidina y de dosificación también afectan al grado de tinción. En odontología, hay disponibles 2 concentraciones de enjuagues con clorhexidina: 0,20% y 0,12%.
Ambas concentraciones son eficaces en términos de reducción del índice de placa y gingival, aunque el área de tinción e intensidad es significativamente mayor cuando se usa la concentración de clorhexidina 0,20%.
A lo largo de los años, se han realizado diferentes intentos para desarrollar “colutorios de clorhexidina que no manchen”, sin embargo, todos los enjuagues bucales de clorhexidina que incluían el sistema anti-decoloración fueron ineficaces contra la gingivitis. Por lo tanto, las evidencias parecen dar a entender que la tinción es un efecto inevitable si realmente queremos que funcione el enjuague bucal antiséptico.
A pesar de las manchas en los dientes y los inconvenientes en cuanto a cambios gustativos, que pueden minimizarse controlando la ingesta alimentaria y la duración del tratamiento, la clorhexidina sigue siendo el antiséptico de elección en el cuidado oral, ya que evita complicaciones y por lo tanto garantiza la previsibilidad de los tratamientos.