La caries dental y la enfermedad de las encías son dos de las patologías con mayor prevalencia en nuestra sociedad, ambas se originan con la acumulación de ciertas bacterias potencialmente patógenas.

Por esta razón, y con el fin de mantener una óptima higiene oral, es muy importante cepillarse los dientes con una buena técnica después de cada comida.

Se han descrito varias técnicas de cepillado según las necesidades de cada persona.

A continuación, se detallan algunas de ellas:

1. Técnica de Fones (rotación): Consiste en cepillar los dientes superiores rotando el cepillo hacia abajo y los dientes inferiores rotando el cepillo hacia arriba, de manera que los costados de las cerdas cepillen tanto la encía como los dientes en un movimiento rotatorio.

Esta técnica es la más recomendada para enseñar a los niños.

2. Técnica de Bass: Consiste en colocar el cepillo en ángulo de 45 grados entre el diente y la encía, posteriormente se realiza un movimiento horizontal para arrastrar la placa dental.

3. Técnica de Charters: Es una técnica muy utilizada para limpiar las zonas interproximales y consiste en colocar las cerdas del cepillo en el borde gingival formando un ángulo de 45 grados y apuntando hacia la superficie oclusal. De este modo, se realizan movimientos vibratorios en los espacios interproximales.

Esta técnica es muy utilizada para la limpieza alrededor de los aparatos de ortodoncia.

Todas estas técnicas se caracterizan por ser procedimientos ordenados, en los que no se deja sin limpiar ninguna cara de las piezas dentales y se emplean movimientos de vibración con el fin de arrastrar la placa dental.

Finalmente, también es muy importante el cepillado lingual, que consiste en colocar el cepillo dental cerca de la parte media de la lengua con las cerdas en dirección a la garganta y llevar el cepillo hacia adelante en un movimiento de barrido durante 6-8 veces.

El cepillo dental eléctrico, el gran aliado

El uso del cepillo dental eléctrico es el complemento ideal del cepillo de dientes manual.

Los cepillos eléctricos no rebajan el tiempo medio de cepillado, ya que, para conseguir unos resultados óptimos con estos aparatos, se requiere el mismo o incluso más tiempo del que se emplea con un cepillo de dientes manual.

Por ello, se recomienda que para aquellos cepillados a los que no podamos dedicar el tiempo suficiente (durante el día, por ejemplo) se utilice el cepillo manual tradicional, mientras que solo se utilice el cepillo eléctrico cuando realmente se disponga del tiempo necesario (generalmente, por la noche).

Según los expertos, la técnica recomendada para limpiar los dientes con un cepillo eléctrico es la siguiente:

1. Dividir la cavidad bucal en cuatro cuadrantes y dedicar unos 3-5 segundos a cada pieza dental.

2. Siguiendo la línea de las encías, colocar el cabezal sobre cada diente dibujando movimientos circulares lentos para abarcar toda la superficie externa, procurando incidir también en los espacios interdentales que lo rodean.

3. Repetir la misma operación con las caras internas de los dientes, incidiendo en los incisivos inferiores que suelen ser las piezas dentales que acumulan más placa.

4. Colocar el cepillo en paralelo a las caras de las muelas y dejar que el cepillo elimine la placa dental una a una.

Asimismo, para garantizar la eficacia de las cerdas, es conveniente cambiar el cabezal del cepillo cada 2-3 meses o cuando se observe que las cerdas se han deformado y ya no ofrecen resistencia.

Existen cepillos eléctricos con cabezales redondos y cabezales alargados; los primeros se adaptan mejor a la superficie del diente y proporcionan una limpieza más eficaz de toda la cavidad bucal.