Las enfermedades periodontales son patologías que se localizan en el periodonto. Este se encuentra formado por tejidos que protegen, envuelven y hacen de soporte a los dientes: encía, hueso alveolar, ligamento alveolar y cemento radicular.

La acumulación de bacterias en la encía en forma de placa o biofilm dental, produce una reacción inflamatoria gingival conocida como gingivitis. Ésta se caracteriza por ser reversible, pero si no se trata adecuadamente con el uso de colutorios y pastas dentífricas específicas para eliminar estas bacterias, esta patología podría degenerar en periodontitis.

La periodontitis se diferencia básicamente de la gingivitis por la destrucción ósea, que es irreversible y puede provocar la pérdida del diente.

¿Cómo detectarlos?

El síntoma más frecuente es la aparición de sangrado espontáneo o durante el cepillado dental.

Prevalencia e implicaciones

Según la SEPA (Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración), en adultos entre 3 a 44 años, el 59,8 % sufre gingivitis y el 25,4 % periodontitis. En personas mayores, de 65 a 74 años, esta prevalencia es mayor: el 51,6 % gingivitis y el 38 % periodontitis.

Las enfermedades periodontales pueden tener dos tipos de consecuencias, a nivel local y a nivel sistémico.

A nivel local la consecuencia más importante es la pérdida del diente, que acarrea efectos antiestéticos y que afecta a la función de masticación.

A nivel sistémico, la presencia de gran cantidad de bacterias en la parte inferior de la encía puede derivar en una inflamación sistémica y aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, entre otras.

Prevención

La mejor manera de prevenir las enfermedades periodontales es mantener una buena higiene bucal para controlar los niveles de placa dental. En las personas con predisposición a este tipo de enfermedades, se aconseja además de una buena higiene, la revisión periódica del odontólogo para detectar de manera precoz la posible aparición de la enfermedad.

Para el control de la placa dental existen dos tipos de métodos:

1) Métodos mecánicos: Uso del cepillo dental, interdentales o hilo dental.

2) Métodos químicos: Uso de colutorios, pastas dentífricas, geles o espráis bucales formulados con antisépticos para ayudar a los métodos mecánicos a controlar la acumulación de bacterias de la placa dental.

Consejos básicos para evitar la aparición de enfermedades gingivales

• Mantener una buena higiene oral con productos formulados con flúor (se aconseja el cepillado de los dientes y encías como mínimo 2 veces al día o después de cada comida).

• Se aconseja el uso de colutorios y accesorios como la seda dental o los cepillos interdentales para conseguir una mayor reducción de la placa.

• Controlar el consumo de alimentos con azúcar y sobre todo no ingerirlos antes de acostarse.

• No tomar alimentos demasiado ácidos.

• Incrementar el consumo de alimentos ricos en calcio.

• Realizar una higiene dental profesional cada 6 meses.